¡Hola a todos!
Espero que tengan un gran inicio de semana. La mía, aunque un poco somnolienta, empezó con muy buenas noticias en el ámbito laboral y personal.
El viernes me retiraba de la oficina, cuando uno de mis compañeritos temporales mencionó que estaba muy estresado, por todo el trabajo que tenemos en puerta, el cual parece no tener fin.
De inmediato, le contesté con mi habitual sarcasmo, que conozco 4 pasos infalibles para relajarse, los cuales compartí también en mi Facebook:
1. Ve de Shopping
2. Ve de antro
3. Incluye un poco de alcohol (dije “un poco”, ¡Eh!)
4. Búscate un amante
Obviamente, la ocurrencia hizo mella, no solamente en los chicos de la oficina, si no también en varios de mis contactos en Facebook, los cuales me hicieron todo tipo de comentarios, entre buenos, malos y chuscos.
Fue entonces, que decidí el sábado, poner a prueba mi teoría anti- estrés… “a ver qué tal funcionaba”…
Los resultados, fueron los siguientes:
1. Shopping: Estrené unos fabulosos zapatos color nude, tacón de 12 cm y media plataforma, no por nada pero están ¡divinos! Además, me compré un mini vestido negro, ropa interior y un camisón blanco súper fresco (que por cierto, estoy usando). ¿El resultado?... ¡Salí feliz!
2. Antro: Un poco indecisas entre el Santo Mezcal y el Bora´s, decidimos junto con Ámbar y nuestro amigo Richard, irnos al Bora´s. La verdad, estuvo más que genial, porque encontramos allí a nuestras amigas incómodas (que ya nos caen bien), de la noche del pleito hace unos meses y compartimos de nuevo la mesa, pero esta vez sin ninguna pelea, por fortuna. (Leer, para mayor referencia, entrada http://mujeresymonstruos.blogspot.com/2011/04/princess-having-fun-por-eso-adoro-el.html)
3. Alcohol: Resultó que esa noche, los de la barra estaban bastante… emmmm…. ¿dadivosos? Y bueno, las margaritas estaban un tanto “reloaded”, por lo cual con 4 de ellas y una cerveza que me envió un chico de otra mesa, tuve suficiente como para salir un poquito mareada, aunque nada qué lamentar.
4. Amante: Bien… sé que esta “terapia”, no sería completa si no cumplo con este importantísimo cuarto paso. Sin embargo, aquí de pronto, la cosa no está tan fácil. Pero, había que intentar… así que, aquí viene la historia:
Cuando comenzamos con la primera o segunda margarita, hice junto con Ámbar un brindis “por que no sucediera nada esa noche, que me hiciera escribir sobre ella” (ya saben: aparecidos, pleitos, ligues incómodos, etc.).
Habiendo dicho esto, se acerca un tipo molestoso, el cual tuvimos que desechar abiertamente y morirnos de risa diciendo “mejor no hablo, porque los invoco”.
Después llegó otro tipo y después otro… y así, tuve que concluir mi “maestría en desechar tipos nefastos”, esa de la que, en honor a la verdad, soy alumna aventajada.
De pronto, de la mesa de al lado, se me acerca un chico y me saluda, de forma muy amable y respetuosa.
En ese momento, tuve 2 opciones: la primera, desecharlo como a los otros; la segunda, darle su crédito y permitir que me saludara.
Sin embargo, busqué un término medio y le di una respuesta sarcástica a su pregunta “¿estado civil?”:
- Soy viuda… - Dije yo- Pero mi amante me mantiene y mi siguiente viaje lo quiero hacer a Cuba, antes de que muera Fidel Castro.
- Mmmm… ¿Aceptas Cancún? – Me contestó él.
- ¡No! – contesté – Allí, ya me llevaron…
El chico me vio con cara de “¿y esta tipa qué se cree?”, como es de suponerse, pues nadie te responde así cuando te están saludando.
Cualquiera en su lugar, se hubiera retirado. Sobre todo porque presenció (como después me lo confesó) la forma tan directa en que corrí a los tipos anteriores que llegaron a mi mesa.
Pero él, se quedó. Entonces, me demostró que no se intimidaba fácil, lo cual me hizo saber, que era lo suficientemente inteligente como para saber esperar… cualquier cosa que haya sido la que estuviera esperando.
Platicamos, bailamos, nos tomamos otra margarita y al finalizar, me la pasé verdaderamente bien.
Ayer volvimos a salir. Fuimos al cine y vimos la película de “Something Borrowed” (con la mala traducción al español de “No me quites a mi novio”). Hablamos de los protagonistas y le dije que yo, en su momento, fui Rachel sin final feliz y que él fue Dex, sin final feliz.
Después fuimos a tomarnos un café y entonces, hablamos de muchas cosas más, entre las cuales, salió a relucir el tema “trabajo”.
Mi cara se iluminó y mis ojos brillaron completamente, cuando comencé a platicarle de mi trabajo y de la forma en cómo me gusta lo que hago.
Entonces, él lo dijo:
- Cuando te escucho hablar así y veo tu rostro, recuerdo cuál era el sentido de mi carrera. Hace mucho, había perdido ese motor, pero tú me recuerdas, lo que es que algo te apasione tanto…
En ese momento, caí en la cuenta de que NO NECESITO UN AMANTE. Sencillamente ya lo tengo: amo lo que hago y me genera tanta pasión, que estoy segura que no se sustituye con la media hora (o si tengo suerte, unos minutos más) de placer que podría generarme el acto sexual, con alguien que no me inspire esa chispa.
Estoy segura, que muy pocos hombres han puesto en mi cara y en mis ojos, la luz que yo también sentí que irradié, cuando le platicaba lo mucho que me gusta hacer lo que hago, lo que espero, lo que sueño y como a veces, me he dejado sorprender, siendo el resultado por demás fascinante.
De hecho, solamente recuerdo a 3 hombres en mi vida, que me han hecho poner esa cara… y ninguno está conmigo ya. Sin embargo, mi trabajo, lo que soy, lo que he aprendido y las bonitas experiencias que me ha generado, me acompañan y me acompañarán siempre y lo mejor de todo, es que sé que esto no termina, porque no hay límites. Tanto como mi imaginación y mis ganas de crecer y de creer que se puede, me lo permitan, es hasta allí a donde puedo llegar. Solamente yo, pongo las metas.
Pero además, este fin de semana, fue productivo en otra cosa:
Entendí que no tengo que hacerme la tonta, ni fingir que soy o que no soy. Este chico me respetó como mujer inteligente y me trató, intelectualmente, como su igual, sin olvidar la premisa básica de que también soy mujer y me gusta ser tratada con delicadeza. Se portó en todo momento, como todo un caballero, lo cual siempre es gratificante.
No sé si este chico (quien me dijo que lo bautizara con el seudónimo de Vampiro “no me acuerdo que…”) vaya a permanecer entre mis amigos o no. A mí, me gustaría que sí… pero eso, no lo decido yo, porque Dios nos manda a las personas con un fin y él, en pocas horas, ya me enseñó bastante.
Como verán, siempre, en cualquier circunstancia y en cualquier evento, a veces por insignificante que parezca, hay algo bueno que sacar y que aprender…
En fin, eso es todo por la tarde de hoy, en la cual, debo seguir trabajando desde casa mientras se termina de fumigar la oficina.
Nos leemos muy pronto y muchas gracias por seguirnos…
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"Cada persona en su existencia puede tener dos actitudes: construir o plantar. Los constructores un dia terminan aquello que estaban haciendo y entonces les invade el tedio. Los que plantan a veces sufren con las tempestades y las estaciones del año, pero el jardin jamás para de crecer". Elena, que tu amor por el crecimiento personal y profesional no se detenga. Puga !!!
ResponderEliminarHola Elena!
ResponderEliminarDe nuevo leyendote... sabes esto que acabas de compartir me hizo recordar las razones por las que no abandoné mi carrera en el segundo semestre... mi carrera comenzo con problemas institucionales, muy seguido habia paros y ausencia de maestros por supuestas negociaciones en Guadalajara (aunque al salir nos los encontrabamos en fachas caminando hacia el centro) comenzaba a desesperarme porque mi condicion economica me angustiaba ya que se me hacia una perdida de tiempo, de dinero y de esfuerzo el seguir en una escuela que segun era formadora de docentes pero que estaba en paro cada que se acercaba una mosca... era mi sueño desde los 6 años ser maestra y la realidad que me invadia en ese momento me hizo querer desistir, sin embargo mis buenos amigos no me dejaron rendirme, me insistieron para que permaneciera... asi lo hice pero iba desganada lista para el paro, siempre estaba en alerta permanente por cualquier cosa que pudiera suceder, y resulto que duramos casi dos meses sin paros ni reuniones extraescolares en las que nos incitaran a llevarlos a cabo... el caso es que entre esos dos meses llevamos a cabo una practica academica de 15 días en alguna poblacion cercana... vaya mi primera practica de entrenamiento docente(por llamarlo de algun modo) quince dias dando clases a niños que ni siquiera conociamos, no sabiamos su perfil academico ni psicologico... sin embargo a la semana se ganaron nuestro corazon y recorde que este era mi sueño... que esto era por lo que valia la pena seguir y terminar la carrera, ahora 4 años despues me doy cuenta de que fue lo correcto, mi trabajo es mi vida y como bien dices estará conmigo durante muuuucho tiempo y espero que la chispa que me mantuvo firme en aquela ocasion, se quede ahi durante los casi 30 años que durara este trabajo...
Saludos y excelente semana!