miércoles, 31 de agosto de 2011

Mi corazón polifacético… Por Anónimo.


(O también podría llamarse “la perra de los dos baguettes, jajaja.)

Cuando conocí a Alex no tenía idea del amor, después de conocer a Braulio tampoco sabía nada sobre las relaciones sentimentales.  Y así estaba yo como si nada, como esperando a que el amor tocara a mi puerta. Lo que nunca imaginé es que tocarían dos amores al mismo tiempo.



Creo que nunca olvidaré esa noche... yo sentada en el sofá  esperándolos mientras se cambiaban y arreglaban, ahí estaban mis dos chicos, enamorados, felices, emocionados porque la noche era joven e íbamos a salir por unos tragos y nos la pasaríamos increíble como siempre. Recuerdo que mientras Alex se lavaba los dientes me volteaba a ver y me guiñaba el ojo y cuando se volteaba para enjuagarse Braulio me mandaba un beso en el aire. No te imaginas el ambiente que se respiraba en esa casa donde vivíamos los tres, inundada de deseo, alegría y amor…  Después todos muy guapos y arreglados salíamos a buscar aventuras por la noche, ummm ¡si que era feliz en esos días!

Resulta que Alex era un tipo de 1.90 con ojos aceitunados, cabello negro, piel blanca, labios carnosos, delgado pero atlético, hombros anchos, suave pelo en pecho y cara de ángel, inteligente, Lic. en Derecho, sarcástico, risueño, ¡un caramelo!, mientras tanto Braulio; Artista plástico, casi de la estatura de Alex (nunca supe quien era más alto, de todas formas yo les llegaba apenas un poco más abajo del hombro), hermosos ojos azules, cabello castaño claro, voz ronca y varonil, guapísimo, con un humor infantil que de solo acordarme de su cara sonriente contándome un chiste se me erizan los vellitos de la piel.  Estábamos en nuestros veintitantos, nada nos perturbaba, si buscabas en el diccionario la palabra feliz seguro aparecerían nuestras fotos.

¿El sexo?
El sexo era delicioso, Alex podía durar horas y horas sin cansarse, con el hacías el amor, punto. Primero me llenaba de besos todo el cuerpo, me tocaba cada parte, me besaba mucho  ¡ahh que rico es cuando te besan mucho! No se detenía hasta que yo terminara de la forma más gloriosa posible, hacía todo lo que yo le pedía y se dejaba hacer lo que se me antojara, su pene era tan hermoso que podría aparecer en las mejores revistas de arte, derechito, bien formado, yo lo amaba.

Braulio lo tena un poquito más grande, el era más ardiente, decía “cosas sucias” en la cama, el si cogía, recio, a veces me hacía llorar de placer, siempre terminábamos completamente mojados de sudor y de otras cosas. También lo amaba infinitamente…

PERO…
¿Por qué tiene que haber un pero? Así es mis estimadas amigas, hay un maldito pero en esta linda historia, un “pero” que he odiado todos estos años, el innombrable “pero”, tratábamos de omitirlo y jamás mencionarlo pero estaba ahí, en nuestras cabezas, cuando comíamos y crujía la comida entre las muelas nos lo decía al oído el destino, mientras estábamos en silencio lo escuchábamos susurrar en el aire, mientras dormíamos, estaba el maldito “pero”, pero, pero… Pero no podíamos seguir por mucho tiempo, ese era el problema, además Alex no sabía que Braulio se metía en mi cama mientras él no estaba. Así es, soy mala, Alex me amaba. Era mi novio y yo lo traicionaba con su mejor amigo que vivía con nosotros, ¿soy mala? Juzguen ustedes mismas al final de la historia.



¿A caso no somos racionales? ¿No se puede querer de igual manera a dos personas a la vez?, créanme amigas yo lo hice y si se puede. Una vez alguien me dijo algo que cambió el rumbo de mi vida y la alteró completamente, me dijo: “Arrepiéntete de lo que NO hagas” y bueno, lo apliqué.

La cosa es que mi novio tenía planes sin mí, sabíamos que cuando en su trabajo lo cambiaran de plaza terminaríamos sin remedio y habíamos decidido continuar así, que una estúpida empresa decidiera nuestra relación. Mientras Braulio se había enamorado de mí y yo de él. Tuve que sacrificarme y seguir con los dos hasta que el destino tomara su rumbo. El plan era que cuando Alex se fuera Braulio y yo continuaríamos nuestra historia de amor juntos.

Después de dos años lo inevitable llegó. Alex se fue.  Cuando lo despedimos los tres lloramos y nos abrazamos. Alex le dijo a Braulio que me cuidara, que no me dejara de querer (creemos que Alex siempre supo de lo nuestro pero nunca lo hemos mencionado). Recuerdo que salí corriendo en mi bicicleta y mis lágrimas volaban por el aire por la velocidad que llevaba. Sufrí.
Luego Braulio y yo pasamos unos meses juntos pero ya no era lo mismo, faltaba algo.



Al poco tiempo decidí dejar a Braulio y continuar sola con mi vida.
Y aquí sigo regándola, yéndome de hocico, componiéndola, sobrellevándola… haciendo las cosas como mejor me parece, continuando con mi vida sin dejar de sonreír.

Pero nunca olvidaré a mis dos amores que una vez vivieron en mi corazón polifacético. 


Ahora más cerca de ti:
En Facebook, busca la página Mujeres Adictas a los Monstruos y da click en "Me gusta"
En Twitter, sigue a @princesas_ind.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nos gustaría conocer tu opinión. ¿Por qué no nos dejas un comentario?