(La última a mi gran amor)
Recuerdo a la perfección el día que te vi por primera vez, hace ya más de 6 años…
Recuerdo a la perfección el día que te vi por primera vez, hace ya más de 6 años…
Jamás voy a olvidar tu sonrisa, tu forma de mirarme ni lo que sentí al estrechar tu mano cuando nos saludamos.
Aún ahora, puedo describir perfectamente tu ropa, tu postura al sentarte, la expresión de tu rostro al hablarme… Sin obviar tampoco, el sudor de mis manos nerviosas mientras mi rostro y mi sonrisa intentaban mantener mi pose de “mujer todopoderosa” para que no te percataras todo lo que desde entonces, ya provocabas en mi.
A partir de ese día, el rumbo de nuestras vidas cambió. ¿Para bien o para mal? A veces no puedo responderlo con certeza… Pero sé que ni tú ni yo, fuimos los mismos a partir de entonces…
En ocasiones solamente recuerdo los momentos más bellos de nuestra historia y sonrío como si estuvieran sucediendo justo en este momento. Otras veces, los fantasmas de la noche me aquejan y recuerdo también, los momentos más difíciles y más dolorosos…
Es justo en esas noches, cuando maldigo mi buena memoria. Sí, esa misma lucidez que me permite reproducir en mi mente tu voz, tus palabras, tus caricias y el olor de tu piel. Esa memoria fiel y exacta, como cámara fotográfica, que reproduce sin alterar el contenido de esta loca historia, me traiciona; haciendo que, en días como este, en el que el cielo está nublado y que la lluvia amenaza con inundar mi casa y mi mundo… también esa misma lluvia, invada mi corazón.
Hoy recordé en especial, una pregunta que me hiciste hace muchos años mientras platicábamos, cómo tantas tardes, intentando engañar a la distancia:
“¿Por qué te conocí tan tarde?”
Hoy puedo entender a plenitud, que de aquella niña enamorada que te respondió cándidamente “nunca es tarde” queda muy poco en mí.
Hoy, puedo comprender exactamente, el significado, que entonces no leí entre líneas, de la palabra “tarde”:
Tenías razón: es muy tarde… Se nos hizo tarde desde muy temprano, pero el reloj de mi vida, apenas se incorporó al horario de la tuya…
Es tarde para recordarte, para seguirte amando y para seguir deseando volver a abrazarte, por lo menos una vez más…
Es tarde para decirte que nunca entendí tu ausencia, como nunca tampoco, entendí tu presencia en mi vida…
Tarde, tarde… ¡completamente tarde!
Es tarde para decirte que haberte conocido fue un “parte aguas” en mi existencia y que nunca seré la misma de antes, ni aunque me empeñe en repetir algunas reacciones y comportamientos de entonces…
Tarde para decirte que 6 años, 3 mudanzas, 2 océanos, 3 ciudades y muchas más… Muchas millas por tierra y por aire, muchas maletas, muchos hoteles, muchos acentos… tantos besos, tantas noches y tanto amor, ya solamente son cifras en esta historia; escritas con tinta indeleble, pero historia al fin, para consulta estadística…
Tarde para soñarte, para pensarte a cada minuto de mis horas y cada día de mi vida…
Ya es tarde para que piense qué pudimos hacer distinto o “¿qué hubiera pasado si…?”…
Tarde para repasar mentalmente cada una de las palabras que se tradujeron en un triste y frio "adiós" y trate de encontrar en ellas algo de la razón que siempre le he reprochado a mi corazón no tener; intentando inútilmente encontrar alguna pista que me responda por qué tuvo que ser así...
Tarde para imaginar cómo seria mi vida contigo, cuando hoy ya sé que estoy mucho mejor sin ti…
Tarde para reflexionar y concluir que no te necesito ni te he necesitado en todo este tiempo que he estado sin ti, como no te necesitaba tampoco cuando estaba contigo…
Tarde para que duela, para llorar y para ser cobarde…
Pero también, es tarde para ser valiente y tomar el teléfono pretendiendo escuchar tu voz…
Tarde para armarme de valor y decirte que me pude haber equivocado y pudiste haberte equivocado; que no soy perfecta porque solamente soy una mujer…
Tarde para decirte que pude no haberte amado como tú esperabas, pero te amé tanto cómo mis fuerzas me lo permitieron…
Es tarde para decirte, que a pesar del tiempo que pasó, los kilómetros que nos separan y algo más… siempre serás parte de mi, aún cuando en mis intentos fallidos por olvidarte pretenda negarlo…
Es tarde para pedirle al tiempo que vuelva, porque el tiempo no perdona a los que en su momento, lo tuvimos y no lo supimos aprovechar…
Puede que sea tarde para pedir perdón por lo que hice mal, pero nunca será tarde para perdonarte a ti, por todas las cosas que no pude entender y que no me quedó más remedio que admitir que eran como tenían que ser…
Sin embargo, jamás será tarde, para empezar de nuevo. Nunca es tarde, para crear una nueva historia, un nuevo camino y un nuevo destino.
Porque todo aquello que se va de tu vida y que deja un hueco tan profundo como el que dejaste tú, precisa ser sustituido por algo igualmente inmenso y maravilloso... para recuperar el equilibrio y la cordura que perdí (¿los tuve?) y que a veces creo que extraño...
Siempre tendré mucho de ti y sé que tú también, llevarás mucho de mí…
Aunque para siempre, siga siendo tarde para volverte a ver, nunca será tarde para bendecir el momento en que Dios te puso en mi camino…
Ahora más cerca de ti…
En Facebook, búscanos como Mujeres Adictas a los Monstruos y da click en “Me gusta”
En twitter, sigue a @princesas_ind y a mi cuenta personal @elenasavalza
Wow, espero solamente que no se trate de mi ex porque escribiste exactamente mi historia terminada hace mes y medio... =S me conmovió mucho!!! y sí, nunca es tarde para nosotras, ojalá para ellos no sea tarde después =)
ResponderEliminar