viernes, 6 de mayo de 2011

El amor no tiene por qué doler... Por Elena Savalza

Te amo, pero hoy me das miedo…
Me muero por verte, pero no sé si llegarás tú, el que amo… o llegará el otro, el monstruo terrible que tanto daño me ocasiona.
Quiero ser tuya, quiero que me hagas el amor otra vez. Pero no sé si tus caricias me dolerán hoy, como me han dolido otras tantas veces, cuando me has tomado por la fuerza y sin importarte lo que yo pueda sentir. Finalmente, se supone que siendo tu mujer, satisfacerte es mi obligación y la asumo de forma callada y resignada…
En algún momento del camino te perdí y hoy quisiera recuperarte, pero me asalta la duda de que quizá nunca te tuve y me enamoré de un personaje de cuento ficticio en el cual quise creer…
Me aferro a la última esperanza de que hoy abras tus manos y me acaricies suavemente con las palmas abiertas, sin restregar tus puños cerrados contra mi cara y mi cuerpo…

Me aferro a la última esperanza de que hoy de tu boca vuelvan a salir las palabras de amor que en algún momento me hicieron vibrar al escucharlas…
Me aferro también, a los momentos en que verme bonita y bien arreglada era para ti motivo de orgullo, cuando tus ojos me miraban con amor y con deseo y no con rencor y fastidio por tus infundados celos...
Me hiela el cuerpo la mirada fulminante que tus ojos me regresan cuando te pregunto qué nos pasó; cuando te pregunto en qué momento dejaste de ser “el hombre de mis sueños” para convertirte en “el monstruo de mis pesadillas”…
Aún te amo, a pesar de todo te amo… pero me niego a vivir más teniendo miedo de ti, miedo de no saber qué me dirás o qué nuevo insulto proferirán tus labios en mi contra…
Y te creo. Te creo que te arrepientas, te creo que te duela, te creo que no quieras herirme, que nunca ha sido tu intención ofenderme, pero que yo te desconcierto y provoco esas reacciones en ti.
Me convenzo también de que probablemente tengas la razón, como siempre. Quizá de verdad tenga yo la culpa. Después de todo el amor no es perfecto y el mundo tampoco lo es ¿por qué debería serlo para mí?…
Por un momento, hasta creo que de verdad será la última vez… y entonces, vuelves por unos instantes a ser mi príncipe azul, el mismo del que yo me enamoré….
Incluso, logro creerte cuando me dices que no la volverás a ver más a ella y que sigo siendo tu princesa, la única en tu vida. Te creo que las demás no importan y que es culpa de ellas y no tuya… finalmente, eres hombre y eso es lo normal.  Hasta te compro la idea de que es mi culpa porque hay algo que te dan ellas que yo no te doy. Claro, si tuvieras todo eso en casa no lo buscarías en la calle, en otras camas y en otros cuerpos…
Y de nuevo un poco de esperanza, al ver las rosas rojas en el jarrón y la tarjeta que dice “perdóname, te amo”... ¡Ojalá hoy sí sea para siempre!
Pero el príncipe azul no volvió para quedarse conmigo… y entonces el monstruo regresa y me genera la misma sensación de angustia y de dolor. Regresa la desesperación y me parecen muy lejanos los días en que mi corazón se sentía tranquilo y en paz. Para ser precisa, ya hasta he olvidado lo que se siente no tener miedo, lo que se siente pasar muchos días sin llorar y sin sentirme asustada por tus reacciones. Ya hasta podría convertirme en experta maquillista, puesto que ya no me cuesta ningún esfuerzo cubrir las marcas de tus golpes que dejas en mi cara y en mi cuerpo.
Y entonces regresa el miedo otra vez: miedo de que esas hermosas rosas rojas  que adornan hoy el jarrón de mi sala, pudieran adornar la lápida de mi tumba mañana, cuando tus impulsos puedan más que el amor que aún dices sentir por mí.
Te amo, aún te amo… pero no puedo amarte si no me amas a mí y no puedo amarte sin amarme primero. No puedo amarte si no puedes amarme, porque amarte me duele y porque tu forma de amar me lastima. No puedo sentir al mismo tiempo tanto amor y tanto dolor…
…porque el amor no tiene por qué doler…

No permitas jamás el abuso físico, sexual o emocional “en nombre del amor”… Si te ama, no te hará daño. "El amor no tiene por qué doler y si te duele, es porque no es amor"...

Dedicado a todas las Princesas que han sido víctimas del maltrato físico, emocional o sexual. Juntas digamos "¡ya basta!"

1 comentario:

  1. Está expresión me parece la de una mujer que ha tenido una experiencia de vida con un hombre que le demostró, ser un lobo con piel de cordero.Está clase de hombres existe. Al principo de una relación te demuestran ser: dulces,encantadores,atentos,te dan la sensacion de que siempre estaran a tu lado para cuidarte,para protejerte.Con el tiempo te van anulando( en todo aspecto) te hacen sentir culpable, si haces algo que a ellos no le gusta,no te realizan nunca criticas constructivas,siempre te van a ir degrandando,en broma en chiste.Está clase de hombres son inseguros,posesivos,controladores y tratan de reparar sus errores pidiendo perdón,y poniendo excusas.Siempre tienen una vision distorsionada de los hechos y buscaran justificar su accionar.CREO QUE HAY QUE ESCAPAR DE ELLOS CUANDO SE PUEDA,Por que es el tipico tipo Machista manipulador.

    ResponderEliminar

Nos gustaría conocer tu opinión. ¿Por qué no nos dejas un comentario?