No
eres la misma. Te sientes débil, te sientes triste y dormir es la única opción
viable para ti, a menos que exista alguna forma de desaparecer o, por lo menos,
de volverte invisible por un tiempo.
Dormir
y esperar que, cuando vuelvas a abrir los ojos, quien sea que te haya robado
todo lo que perdiste lo devuelva a su lugar.
Y
escribes, porque es lo único que sabes hacer para sacar de tu corazón todo
aquello que te estorba para continuar tu camino. Escribes todas esas cosas que
jamás dirás y todo lo que por prudencia, por respeto y por amor, hoy debes
callar.
Escribes…
escribes mucho. Le escribes a él, le escribes a ella, le escribes a Dios.
Hasta
que por fin, después de tanto dar vueltas sobre lo mismo, descubres que tus
opciones son realmente muy pocas. Probablemente, se resuman en una sola:
Volver
a empezar
¿Cómo?
No tienes ni idea. Sólo sabes que en el libro de tu vida ha llegado el momento
de cambiar la página. Quizá te gustó la historia que se comenzaba a escribir en
los últimos párrafos, pero sabes ahora que nada era verdad y que tienes que
continuar leyendo, porque si no, corres el riesgo de perderte de la mejor parte
del libro.
Pero
antes de volver a empezar, sabes también que hay varias cosas que tienes que
plantearte para seguir tu camino:
Perdonarte…
…
Porque no eres perfecta…
…
Porque el castigarte no hará que cambies lo sucedido…
…
Porque no eliges a quien amar…
…
Porque la cabeza puede darte mil razones, pero el corazón no entiende de lógica…
…
Porque no puedes pasar la vida juzgándote tan duramente…
…
Porque enamorarse no es un error…
…
Porque tu intención jamás fue lastimar, aunque lo hayas hecho…
…
Porque confiar no es tan malo, si lo vemos desde la perspectiva de que “Debemos
creer para ver”…
…
Porque no puedes controlarlo todo…
…
Porque, sin importar cuántas veces te hayas equivocado, te mereces una mejor
historia…
…
Porque sabes que perdiste algo muy valioso para ti, pero también sabes que
nadie te quita lo que es tuyo. Así que si eso que perdiste verdaderamente te
pertenecía, regresará a ti en alguna parte del camino y podrás dar continuidad
a una historia que, quizá, quedó inconclusa. Pero si no era para ti, Dios se
encargará de recompensarte y de llenar el espacio vacío que quedó….
Perdonar a terceros…
…
Porque no puedes pedirle a otros que actúen como tú quisieras…
…
Porque no todos comparten tu perspectiva de lo correcto…
…
Porque cada quien actúa conforme a las herramientas espirituales con las que cuenta…
…
Porque no puedes pedirle a un gato que ladre, ni a un perro que maúlle…
…
Porque no eres responsable del actuar de los demás…
…
Porque quizá la conclusión no fue del todo justa y te llevaste la peor parte,
pero fue tu elección el dar final así, sabiendo que era la forma de dañar menos
a la gente que quieres…
…
Porque el resentimiento crea ataduras más fuertes que el mismo amor…
…
Porque Dios se encarga…
Aceptar
…
Porque nada de lo que sucedió lo puedes cambiar ahora…
…
Porque sea que te parezca duro, cruel, injusto, inconveniente o mezquino, en
cualquier hora, en cualquier momento, estás donde tienes que estar y el
universo marcha como debe ser…
…
Porque hasta cuando estás mal, estás bien…
…
Porque te espera algo mejor, a partir de que aceptes tu presente y conozcas
exactamente el lugar donde te encuentras parada…
…
Porque no puedes recomenzar sin hacer un recuento de tus recursos, por lo cual
es necesario que te centres en tu realidad actual…
…
Porque en esto, como en todo, Dios tiene una lección para ti, que descubrirás
muy pronto…
Despedirte
…
Porque aquello que tuviste fue útil y valioso en su momento, pero ya cumplió su
ciclo en tu historia…
…
Porque debes alejarte de todo aquello que te causa dolor, sean personas o
situaciones…
…
Porque sólo dejando ir, podrás dar espacio para que cosas nuevas y mejores
vengan a tu vida…
…
Porque nada en esta vida dura para siempre: ni tu angustia, ni tu tristeza, ni
tu culpabilidad, ni tu rabia, ni tu dolor…
…
Porque todo pasa y todo cambia, así es la vida…
Ver hacia adelante
…
Porque aún te queda mucho por hacer, mucho por vivir, mucho por aprender, mucho
por lo cual sonreír…
…
Porque tienes familia, amigos, trabajo, salud y proyectos…
…
Porque aún queda amor en tu corazón…
…
Porque dentro de ti tienes todo lo necesario para vivir una vida plena, sin
ataduras al pasado…
…
Porque aun puedes hacer muchas cosas buenas por ti y por los demás…
…
Porque nuevas metas y nuevos proyectos están esperando que decidas levantarte
de la cama e ir por ellos…
…
Porque el café de la mañana, sabe mejor cuando sabes que tienes mucho por lo
cual despertarte…
…
Porque hacia atrás ni para tomar impulso…
…
Porque Dios está contigo y no necesitas nada más que eso…
…
Porque si Dios te dejó caer, también te dará la valentía para levantarte…
…
Porque en tu mente y en tu corazón, siempre serás esa Guerrera Fénix que
resurge de las cenizas, regresando más fuerte que nunca…
Y
ahora que ya lloraste, ya gritaste, ya dormiste, ya viviste el dolor y la
desesperación hasta cansarte, solamente debes perdonarte, perdonar, aceptar,
dejar ir y gritarte en voz alta:
¡Volvamos
a empezar!
“Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda.
La paciencia todo lo alcanza y quien a Dios tiene, nada le falta…”
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